A través de la publicación del diario Público del 7 de Marzo*, pudimos conocer la situación que han de afrontar muchos compañeros y compañeras poseedores de una beca Erasmus.
Normalmente, en años pasados, las
becas eran abonadas como muy tarde en el mes de diciembre, por lo que los
estudiantes con recursos limitados, tenían que hacer frente a los gastos
de sus estudios un par de meses, como mucho. Este año, sin embargo, a estas
alturas del curso, tan solo se han pagado el 47,19% de las ayudas a los
estudiantes. Es decir, un 8% del total
del estudiantado (según el Ministerio de Educación) aún no sabe si recibirá la
ayuda económica solicitada este curso, o cuando lo hará.
La crisis económica
que llevamos sufriendo desde hace años hace mella, y este año se han aumentado
las becas solicitadas (unas 3000 más), esencialmente entre estudiantes universitarios
que deben abandonar el hogar familiar y su ciudad de residencia. Ante la
necesidad de una beca por parte del Ministerio para poder hacer frente a los
múltiples costes de una educación universitaria, un estudiante no puede esperar
casi seis meses sin ninguna ayuda económica y llevar sus estudios con
normalidad. La falta de pago de esta ayuda económica supone que muchos
estudiantes, de clase obrera, se vean obligados a buscar
trabajo para costearse los gastos del curso, no pudiendo dedicarse por completo
a los estudios, o en los casos más drásticos, a abandonarlos.Llegados a este
punto, nos preguntamos, ¿hasta este punto tenemos que llegar para darnos cuenta
que cada día están imposibilitando más y más el acceso a la educación pública?
Consideramos, como parte activa del
estudiantado, que este es un buen motivo para tomar parte de la huelga
general educativa convocada el 26 y 27 de este mes de marzo. Si nos quitan las
becas, nos suben las tasas universitarias, encarecen el nivel de vida, nos
están abocando a que abandonemos la educación, nos están quitando la
posibilidad de labrarnos un futuro digno. Sin las becas y ayudas económicas a
los hijos e hijas de los trabajadores, nos impiden acceder a la educación
superior, la están restringiendo a aquellos que puedan costeársela, a la clase
dominante. Al fin y al cabo, la educación es la única posibilidad de tener
mañana un futuro. No vamos a permitir que nos lo arrebaten. Debemos luchar hoy,
unidos, para poder tener un mañana.
La educación es el arma
más poderosa para cambiar el mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario